viernes, 18 de marzo de 2011

ADITIVOS Y CONTAMINANTES LÁCTEOS






Aditivos (teóricamente prohibidos)

Los aditivos están teóricamente prohibidos en la leche, no así en sus derivados, según los diferentes códigos alimentarios. Sin embargo muchas industrias lácteas tienen su sala de recuperación de leches que, como por supuesto no son oficialmente reconocidas, tienen su acceso prohibido a toda persona ajena a un reducido grupo de sus empleados. 

Las leches que ya están para descarte se tratan, una parte con soda cáustica y otra parte con antibióticos y conservadores, pero nada se pierde, todo se transforma y por esto son tan poderosas y ricas estas industrias.
Se han detectado 29 antibióticos distintos en diferentes leches.
El yogur vencido suele ser tratado con antibióticos y luego sembrado con bacterias no sensibles a estos antibióticos, saborizantes, edulcorantes o azúcar y otros aditivos, con lo que se lo convierte en lo que se conoce como leche cultivada, uno de los más recientes inventos, que se venden con publicidades que hacen creer que es tan bueno o mejor que la leche materna y esto lleva a que muchas veces, lleguen a los hospitales, bebés y pequeños niños intoxicados . 
Muchas de las enfermedades alérgicas, micosis, alteraciones de la flora intestinal, alteraciones hepáticas, e incluso el cáncer pueden estar asociadas a estos y a otros aditivos que se le agregan a los lácteos habitualmente.
A continuación se mencionan sólo algunos de los aditivos de los lácteos:

Leche  
Nitratos, antibióticos.
Productos lácteos en general: Lecitina, mono y diglicéridos, alginato glicolpropileno (emulsificantes), citrato de sodio y ácido calcio pirofosfórico (secuestradores)
Leche condensada: Además de los presentes en la leche común, fosfato disódico, citrato disódico, cloruro de calcio.

Yogur  
Edulcorantes, saborizantes, etc.

Postres de leche
Estabilizadores, condensadores, colorantes artificiales, edulcorantes.

Polvo para flanes y postres 
ácido tartárico, cítrico, málico, fumárico, cloruro de calcio y colorantes artificiales.

Dulce de leche
 Además de los de la leche, etilvainillina.

Polvo para helados
saborizantes químicos, alginato de sodio. Monoglicérodos.

Quesos (incluso untable)  
Propoinato de calcio, propionato de sodio y ácido sórbico (antimicótico), nitrato de sodio o potasio (de los que se forman nitrosaminas cancerígenas durante el procesamiento), parafina, litrol, rubina, silicatos y sulfatos de calcio y aluminio, residuos de plástico (corteza), etc.
En estudios futuros intentaremos confirmar en los lácteos la presencia o no de prolactina, hormona hipofisaria que estimula la lactancia y de fenobarbital (barbitúrico que se le suele aplicar a las vacas).
Una conocida institución destinada a la defensa del consumidor, publicó que según sus estudios, los lácteos no reciben antibióticos ni conservadores. Basta con ver que prácticamente no hay leche que se corte para comprender que este mentiroso estudio seguramente guarda relación con los intereses de las industrias lácteas que financian a esta institución, para que le haga creer al consumidor que está protegido.

En 1970 aproximadamente 1.300 toneladas de antibióticos fueron administrados al ganado y animales de criadero de los EE. UU. Asimismo se le agrega un valor de 500 millones de dólares anuales de antibióticos a la ración vacuna y estos antibióticos son transmitidos a la población en los lácteos producidos con la leche de estos animales. Luego de extraída y antes de procesarla o después, se le aportan otros antibióticos y aditivos cuya presencia se suma a la acción antigénica de las proteínas de la leche de y al desequilibrio de la flora habitual y al desarrollo de gérmenes oportunistas e infecciones resistentes a los antibióticos comunes. La flora intestinal normal controla el desarrollo del hongo llamado cándida albicans.
Cuando estos antibióticos que vienen con los alimentos o los indicados por algún médico, afectan esta flora, la cándida empieza a hacerse patógena y a secretar toxinas neurotrópicas y mutagénicas, según el Dr. Iwata de la Universidad de Tokio. Estas a su vez pueden dañar los nervios y producir mutaciones genéticas.
La infección micótica ocurre primariamente en la piel, uñas, boca, vagina, bronquios o en los pulmones e incluso en la sangre, Además este hongo produce deficiencia de magnesio, zinc y ácidos grasos esenciales y esto trae sus respectivos problemas. Además de los lácteos, los azúcares simples se suman como caldo de cultivo para las cándidas albicans.Estos hongos al igual que muchos parásitos aumentan los antojos extremos por dulces de todo tipo, a lo cual se suma todo lo vinculado al Síndrome de Estrés, Depresión y Adicciones.
Además de los dulces y los lácteos, las harinas refinadas, alimentos levados y fermentados, aditivos químicos y trazas de antibióticos, promueven el desarrollo de la candidiasis.


Contaminantes químicos y/o  bioquímicos y/o físicos 

Estos pueden llegar a la leche en forma accidental o por imprudencia o por tratamientos hechos a las vacas o a su alimento.
El 90 de DDT y otros pesticidas organoclorados que comía diariamente un norteamericano tipo, hace unos años atrás, no provenía de la ingesta directa de alimentos vegetales fumigados con ellos, sino de alimentos de origen animal, que llegaron a ellos a través de la comida vegetal fumigada y que ellos concentraron en sus grasas.
Si bien su uso está prohibido desde hace un tiempo, no está prohibida su venta y se siguen usando por ser más baratos y tener una manipulación menos peligrosa que los organofosforados.
El Profesor Antonio Elio Brailovski, presentó el 30/6/06 una denuncia ante la Justicia Argentina, sobre la presencia en el 90 de las leches, incluso maternizadas, destinadas a bebés recién nacidos, yogures y otros lácteos, de altas concentraciones de DDT y otros pesticidas órganoclorados prohibidos en todo el mundo, incluso en la Argentina, por su gran toxicidad. Esto tuvo una casi inexistente repercusión periodística, enseguida desactivada, por industrias lácteas auspiciantes, pese a que se trataba de un indiscutible estudio hecho en la Facultad de Farmacia y Bioquímica de la Universidad de Buenos Aires.
La lista de pesticidas, fertilizantes, herbicidas y otros agroquímicos con los que se tratan las pasturas y forrajes, que pueden encontrarse en las leches comunes, es muy extensa.
Muchos de ellos son demostradamente cancerígenos y suman o potencian su acción entre ellos y con otras toxinas de los lácteos y de otros alimentos y el medio ambiente.
La eliminación de agroquímicos es una de las pocas ventajas que tienen las lechas orgánicas o ecológicas certificadas. La mayor parte de los otros mecanismos de generación de enfermedades siguen estando también en ellas.
En un año ganaderos y criaderos de pollos de EE. UU: ganaron 303.750 toneladas de agua vendidas al precio de la carne y el pollo gracias al incremento de peso que aceleradamente consiguen por acumulación de líquidos, sobre todo, a través de administrarles a los animales una hormona femenina conocida como dietilestilbestrol .
Se han detectado estrógenos en la leche, verdaderamente peligrosos, (no como los fitoestrógenos de la soja que en realidad son agonistas parciales) que se concentran más aún en los quesos y otros lácteos sólidos. Además de los descriptos, también algunos melanomas de piel y tumores de riñón, suelen ser hormonodependientes y presentan receptores positivos para los estrógenos. 


Se ha encontrado la presencia de estroncio radiactivo en la leche y ésta, lejos de atemperar los efectos de la radioactividad, la potencia mucho más.
Muchos antibióticos se le suministran a las vacas lecheras cuando tienen mastitis u otras enfermedades. Estos pasan a la leche y luego se le suman los que le agregan las industrias y los mismos camioneros que las transportan.También accidentalmente o por imprudencia puede haber metales pesados, nitritos o nitratos, etc. (también usados como conservadores y para la limpieza de depósitos, recipientes y maquinarias).